Las vacaciones según pasan los años

{ domingo, 1 de agosto de 2004 }
Tras larga ausencia, debida a ciertos desperfectos que experimienté con mi PC (Gracias Fer, sos mejor que Bill Gates!!), he vuelto al ruedo en el cyberespacio de Blogspot.Mi única esperanza es que me hayan extrañado, al menos un poco.Estas vacaciones fueron demasiado conflictivas como para permitirme un adecuado - y merecido, che! - relax. Hubiera querido disfrutar a pleno del "Dolce fare niente", pero la gripe, el hígado y otros malestares me impidieron hacer lo que otros años: salir, reencontrarme con el ocio, la lectura, las páginas web de tests y la televisión basura, todo ello en compañía de mi gente.Según pude observar, con el paso de los años las vacaciones se tornan un período cada vez menos fantástico. Pasan de ser ese tiempo de "alpedismo" a convertirse en una época donde uno se hace el postergado análisis de sangre, se pone al día con las tareas del hogar atrasadas (léase limpieza de placards, lavado de cubrecamas y tirado de papeles), visita familiares y lee esos textos que, durante el ciclo lectivo, marcó como "Segundo parcial" y arrojó en el fondo de un cajón, creyendo que la segunda mitad del año estaba demasiado lejos como para que recordáramos algo en ese momento si los leíamos ahora.Dónde quedó, me pregunto, ese misticismo de los días sin obligaciones. En cuál de todas las bolsas de papeles lo tiré? O lo habré lavado despiadadamente con Mr. Músculo al rociarlo sobre los vidrios llenos de terrumbre de la ventana de mi cuarto? Ojalá fuera tan fácil recuperarlo... algo me dice que se fue diluyendo en algún rincón de mi espíritu a medida que fui cumpliendo años. Con los años, viene la consciencia, acompañada de ese afán de previsión tan molesto: "Si no me hago el chequeo ahora, no voy más", "Mejor no voy al bautismo de la hija de la sobrina de la amiga de mi cuñada, prefiero quedarme leyendo el artículo 530254 del código aduanero del Imperio Azteca, por si me lo llegan a preguntar en el exámen del 20 de noviembre"... Qué asco! Cómo envidio esas preocupaciones banales de los que son más jóvenes que yo... esa histeria que los ataca cuando se aproxima el 9 de Julio... sabiendo que después de esa fecha serán libres de pelotudear todo lo que quieran. Despertarán a las 6 de la tarde sin ningún tipo de culpa (Hoy me desperté a las 12.30 y pensé: "Perdí toda la mañana" ja... como si alguna vez hubiera sido madrugadora!), se tirarán en un sillón a mirar el programa de Mauro Viale y luego partirán con rumbo desconocido, para reaparecer a las 10 de la mañana. Qué lindo!!!!Pero bueno, cada uno debe vivir la vida de acuerdo a la edad y las responsabilidades que tiene... y disfrutar del tiempo libre de la mejor manera posible. Extraño la despreocupación por el mañana, que parecía tan lejano en esos años, pero me gusta saberlo próximo al hoy y construirlo a paso firme. Dentro de muchos años... cuando estos veintipico sean un recuerdo, miraré con nostalgia hacia atrás y diré: Qué linda época esa en la que soñaba con construir el hoy! Y me sentiré tan inconformista como ahora al escribir este post.





PD: Este espacio lo reservo para mi amigo-hermano Seba, que ha decidido comprometerse con su novia, Andrea. Les deseo toda la felicidad del mundo y les agradezco por compartir este momento conmigo. Felicitaciones por haberse encontrado el uno al otro... ya son una naranja entera!

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