No es bueno que el hombre esté solo... pero a veces, se lo merece!

{ sábado, 11 de septiembre de 2004 }
Cuántas veces logran impacientarnos! En ocasiones, nos provocan unas ganas desesperadas de sacudirlos al grito de: ¡¿Sos imbécil, vos?!. Pero no lo hacemos porque sabemos que no entenderían a qué nos referimos... y pasaríamos a engrosar la lista de histéricas y/o locas.Por ello, y porque sé que no todos son tan idiotas, es que quisiera exponer una serie de errores que suelen ser cometidos por la mayoría de los individuos del género opuesto. Tomen nota, boys!!



Error nº 1: Siendo demasiado gráfico.

Toda frase que comience con "Te parto/chupo/agarro/rompo/muerdo" y afines, como así también los lamentables juicios hipotéticos del estilo "Si me mirás una vez más, no te salva ni Cristo" pueden ser muy interesantes cuando provienen de una persona con la que hemos establecido cierto lazo de confianza. Pero cuando salen de la boca de un transeúnte, de un compañero de trabajo e incluso de alguien que se nos acerca por primera vez en una reunión del Centro de Estudiantes, se convierten en el detonador de una bomba de insultos - y a veces golpes - que lejos está de incitar a una mujer a mirarte dos veces.En la misma categoría quedan encuadradas las descripciones detalladas de las cosas que les gustaría hacer con nosotras y/o hacernos y las fantasías de índole sexual que han cruzado sus cabezas al vernos bajar del 60. Cuando no tienen confianza con una mujer, es preferible emplear medios más sutiles para generar interés antes que hacerle sentir que es únicamente un medio para alcanzar... digámosle "el fin". Mi consejo: guarden las expresiones hiperdescriptivas de sus intenciones para cuando hayan hablado - como mínimo - tres veces con la chica en cuestión, si no quieren terminar repiténdoselas a la enfermera de Terapia Intensiva.



Error nº 2: Acercarse "garroneando"

No hay nada más desalentador para las mujeres que los hombres que pretenden llamar nuestra atención pidiéndonos favores. Recientemente, me encontraba yo en La Diosa y un muchacho bastante interesante - que hacía rato me miraba fijo - se acercó a mí. Me miró con simpatía y, sonriendo, me dijo: "No me das un cigarrillo?". Le entregué lo solicitado y le puse un sello en la frente que rezaba "SOY UN PERFECTO IMBÉCIL". Nunca pretendan conseguir una sonrisa de una dama pidiéndole un cigarrillo, ni un traguito del Daikiri, y muchísimo menos tratando de que los deje colarse en la fila del boliche. Es simplemente pa-té-ti-co!!! y no deja ganas de volver a verlos nunca. MI consejo: Si no saben qué decir para acercarse, prueben con el clásico: "Hola!". No es muy ingenioso, pero es mejor que "Una monedita, por favor".



Error nº 3: Haciendo alarde

Es bueno que se "vendan". Un poco de propaganda genera curiosidad y las consecuentes ganas de descubrir cuánto de ello es cierto. Pero el alarde desmedido de las dotes amatorias, posición socioeconómica, cantidad de cd's poseídos, lugares del mundo visitados y vuestra persona en general, deja la sensación de que se están autoconvenciendo. Nada es más triste que un hombre que habla, sólo para escucharse a sí mismo. Aburre, desanima... y nos hace mirar el reloj o buscar con disimulo a alguien de nuestro grupo para ver si logramos que nos rescate. Mi consejo: Traten de no proyectar en la primera charla sus inseguridades personales. Después de todo, para eso están los psicólogos!!



Error nº 4: Subidos a la calesita de la histeria

Supongamos que dejando de lado las groserías, el mangazo y el autobombo, hemos conseguido acercarnos a una dama y entablar con ella una amigable conversación. Comienza el habitual juego de provocaciones, y nos encontramos ante el peligro del exceso de histeria. Si has establecido que ella te gusta y la chica ha correspondido, es decididamente el momento de avanzar un poco más. No hay nada más molesto que un tipo vueltero... indefinidamente vueltero. Si ya hemos demostrado que está todo bien y a ustedes les consta, corresponde definir el próximo paso. Esto no significa que no puedan retirarse sutilmente... después de todo, a veces se impone la huida, pero tanto si buscan acercarse más a la chica, como si pretenden enfilar hacia la salida al grito desgarrador de: SOCORROOOOOOOO!, el histeriqueo no debe prolongarse ad infinitum. Mi consejo: No hay nada peor que un hombre sin huevos, así que o concretan algo de lo que empezaron, o se retiran con una excusa digna, pero no sean tan cobardes como para esperar que se derritan los polos para despedirse o pedir un teléfono!!!



Error nº 5: Anteponiendo el orgullo

Hay actitudes deplorables, pero las de un hombre con el orgullo herido superan todo lo imaginable. Obedecen a diferentes causas: otro hombre rondando, el rechazo prima facie, la indiferencia y - el pecado capital- la disconformidad con el rendimiento.No importa cuán heridos estén... háganse hombres! Ninguna de las dos posturas es aceptable: ni la pobre víctima, ni el vengador desalmado. Ambas son igualmente lamentables. Si te descubrís pensando "Ahora vas a ver" o "Por qué a mí?", estás a punto de mandarte flor de cagada. Generalmente, si ustedes tienen en frente una digna rival, ponerse en actitud de "malo de película de Disney" o de "Bambi-cuando-le-matan-a-la-madre" va a enfrentarlos con el lado más oscuro de ella... y déjenme decirles que es más poderoso que el lado oscuro de "La Fuerza", paddawans!! El hombre que agrede, debe ser agredido ("La mejor defensa es el ataque") y el que dá lástima, también, por pelotudo.Mi consejo: Jueguen con dignidad y aprendan a identificar las reglas con las que juega cada mujer, de manera que siempre queden como perfectos caballeros. Eso les va a servir para prevenir úlceras gástricas y, sobre todo, para conseguir indefectiblemente lo que quieren.



PD: Porque no quiero que me inunden de comments insultantes: ESTO ESTÁ ESCRITO EN TONO JOCOSO! jajaja

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