Chicas Superpoderosas

{ martes, 13 de diciembre de 2005 }
Heroínas de nuestra infancia, exponentes destacadas del género, cautivantes personajes de la literatura, parientes o amigas... aparecen y deslumbran. Nos hacen pensar "Cómo me gustaría ser tu amiga!!!". Nos hacen sentir orgullosas de ser mujeres.
Siempre me encuentro atenta a la posible aparición de una de ellas en mi vida... salen de los lugares más insólitos, algunos bastante comunes, otros quizás no tanto pero serán indudablemente bienvenidas porque me recuerdan que sin importar cuán extraordinaria sea una persona, cada uno carga su cruz. El punto es cómo lo hacemos.... Les presento a algunas de mis preferidas.


1. Ayesha (también conocida como Ella-la-que-debe-ser-obedecida, o simplemente "Ella")
Este personaje de Sir Henry Rider Haggard es sin lugar a dudas mi favorito.
Ayesha es una hechicera árabe, inmortal y todopoderosa, cuya belleza presenta una magnitud tal que debe ir por la vida totalmente velada, ya que todos los hombres que posan sus ojos en ella se enamoran irremediablemente.
Si yo tuviera esa suerte, probablemente frecuentaría con asiduidad canchas de fútbol, esquinas de barrio, colegios industriales, potreros, puertas de cabarets y cualquier otro lugar donde los hombres concurran en masa. Pero "Ella" no... porque es una grande!!
Se cubrió la cara con un velo y nunca dejó ver su magnificencia, se retiró a unas cuevas subterráneas en una zona pantanosa de África con una civilización primitiva y se dedicó a esperar la reencarnación del único hombre que amó.
Nada de hacerse pagar copetines en boliches de moda, ni de sacarse el velo adelante de Brad Pitt para presumir ante las amigas diciendo "Mirá el bombón que me levanté" y mucho menos usar sus poderes para pasar a mejor vida a los que no la quisieron, no... la mina, una lady.
Cuando sea grande, yo quiero ser como Ella!!




2. Miss Marilyn Monroe
No vale la pena explicar quién es, no? Todo el mundo la conoce.
Se nos presenta tan espléndida y tan hueca en sus películas, que da la impresión de que le era imposible encontrarse atribulada por cosa alguna.
Sin embargo, el sex simbol más emblemático de todos los tiempos era descripto por quienes la conocieron de una forma muy diferente a la que uno se imagina. Por mi parte, siempre pensé que debía ser insoportablemente estúpida y vacía... hasta que me dio por interiorizarme.
Así descubrí que - según el director Billy Wilder, que la acompañó en varias películas - "El problema de Marilyn es que se enamoraba con mucha rapidez. No era la clase de mujer que se supone que debe ser un símbolo sexual, y eso la mató... Marilyn era una mezcla de pena, amor, soledad y confusión"
Si convertirse en un icono de belleza, esplendor y glamour sintiéndose más sola y deprimida que un heladero en la Base Marambio no es cargar la cruz con estilo, dónde vendría a quedar eso de "Tengo que estar divina porque me voy a cruzar con mi ex en la reunión"?
Para que aprendan las descerebradas de la farándula argentina y todas las mujeres del mundo lo que es ser una diva! La más diva de todos los tiempos se murió sola, triste y sin haber tenido a nadie que la amara de corazón... pero depilada, sin raíces descoloridas y con el tubo de un teléfono blanco en la mano. Eso, señoritas, es tener dignidad.

"No me interesa el dinero, sólo quiero ser maravillosa".
Marilyn Monroe
(Y yo también, Marilyn!!!!!)

3. Scarlett O'Hara
La heroína pelirroja de "Lo que el viento se llevó", nacida de la pluma de Margaret Mitchell, me deja fortalecida después de cada vez que nos cruzamos. Ya sea en las páginas del libro, en la película o en la miniserie "Scarlett", la mina siempre se las arregla para sobrellevar guerras, hambrunas, partos, desamores y escasez de fondos con la misma calma con que yo me prendo un cigarrillo. Ah!! Y encima de todo, supervisa una plantación y mantiene la mansión Tara, al tiempo que lidia con un padre re chapita y unas insoportablemente molestas hermanas.
Todo ello, luciendo espléndida, aunque sea con un vestido hecho con las cortinas del living. Me acuerdo de ella cada vez que me pregunto "Qué me pongo?"
La próxima vez que haya una Guerra de Secesión, la voy a llamar por teléfono para que me tire alguna punta.



4. Miss Dorothy Dandridge
Nació negra, en Estados Unidos y en 1922. Ya arrancamos mal, y no mencionamos que quería ser actriz y cantante. Sin embargo, y a pesar de todos los problemas que traía aparejados el hecho de ser negra en la tierra del Ku Klux Klan, en 1954 logró protagonizar "Carmen Jones", una película basada en la ópera Carmen de Bizet, entre muchos otros films.
Se convirtió en una estrella de Hollywood, cantaba en night clubs en los que no se le permitía la entrada a los negros y era tratada como una reina.
Hizo que todos los blancos de la industria tuvieran que tragarse su racismo a fuerza de trabajo y talento.
No obstante, lo que más me gusta de Dorothy tiene que ver con una anécdota que recrearon en una película sobre su vida. Sucede que había sido contratada para presentarse en un hotel cinco estrellas durante una temporada. Al día siguiente del debut, Miss Dandridge tuvo ganas de nadar y, lonita en mano, se dirigió a la pileta. Al llegar allí, el encargado le
indicó que ella era negra y no podía usar la pileta del hotel porque las señoras que estaban tomando sol se sentirían ofendidas. Entonces - y esta es mi parte preferida!! - Dorothy metió la punta del pie en el agua y salpicó a las susceptibles damas, retirándose luego. El hotel mandó vaciar la pileta y desinfectarla... ella dijo que eran los demás los que no eran dignos de bañarse en esa agua.
Eso es dignidad!!!!

Estas mujeres son realmente "Chicas Superpoderosas", que se bancaron la adversidad con un despliegue de fuerza y coraje poco común pero sin permitir que nadie las viera con el rímmel corrido. Verdaderas diosas, que vale la pena emular o morir en el intento.

Ojalá

{ jueves, 8 de diciembre de 2005 }
Noche de verano - espléndida por cierto - en un bodegón de San Telmo. Suena una guitarra flamenca y un zapateo rítmico hace vibrar el "tablao". Lánguida, la voz gitana de la cantaora entona una sevillana. El estribillo hace eco en mi mente: "Ay, que dolor. Ay, que dolor. Ay, que dolor!!"
Muchos años después, en otros tiempos y con otra gente cerca mío, me encuentro en esta noche que bien podría ser de verano, muy a pesar de lo que dice el calendario, recordando el estribillo que resuena en mi cabeza con un dejo de nostalgia.
Cómo explicar lo que se siente cuando uno mismo reniega de sentirse así? Cómo me explico a mi misma lo que me está pasando si no quiero que me pase? No lo sé.
Simplemente puedo intentar comprenderme y hacer lo posible por consolarme, siempre siguiendo adelante y tratando de mirar lo menos posible hacia atrás.
Pero antes... un último racconto. Sólo para tratar de entender.
Para tratar de comprender por qué no quiero quererte más, por qué me duele tanto que estés tan cerca y al mismo tiempo infinitamente lejos. No son celos, no te confundas. Los celos son una explosión de bronca, un deseo de poseer, lo que yo siento es el insoportable dolor de amarte aún
sin tenerte. El dolor indescriptible de los que lloramos en silencio, sabedores de que el objeto de nuestro amor será de cualquiera, menos nuestro. Y lo aceptamos con resignación, sin decir palabra alguna en contra de un destino que se nos antoja macabro e injusto. Nunca haremos
uso del "ojalá no te hubiera conocido" ni nos quejaremos al Altísimo por la dura prueba que nos pone en el camino. Este amor - claro como una lámpara, simple como un anillo - se resistirá a morir casi tanto como nosotros a hacer caso los impulsos que nos provoca. Yo sé que nunca voy a decirte que te amo. Prefiero renunciar al alivio de dejarlo salir en pos de conservar la poca dignidad que me queda. Pero también sé que me voy a morir preguntándome qué hubiera pasado si te lo hubiera dicho, así como cada mañana me despierto preguntándome si solamente fue un sueño o todo pasó en realidad. Aunque 2 segundos después me de cuenta de que el único lugar en el que podrías quererme así es en mis sueños.
Espero, de todo corazón, que ella te quiera como yo, o aún más si es eso posible. Que sea todo lo que yo no puedo ser en tu vida, que te haga sentir en la cima del mundo. Te deseo que nunca puedas entender ni experimentar lo que siento yo, ese nudo atroz en la garganta, la falta de aire, el ardor en los ojos que anticipa el llanto, la opresión el el pecho y la terrible angustia mental. Ojalá que nunca tengas que decirle a quien amás que querer te envenenó el alma, que te destrozó y te dejó con el corazón en la mano.
El 2005 se muere de a poco y se supone que formulemos deseos auspiciosos para el 2006. Los míos voy a tomarlos prestados de Silvio Rodríguez... si tengo suerte, quizás se hagan realidad.

Ojalá
Silvio Rodríguez


Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan,
para que no las puedas
convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que
baja por tu cuerpo.

Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.
Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.

Ojalá pase algo que te borre de pronto,
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre.

En todos los segundos, en todas las visiones.
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.
Ojalá que la aurora, no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre, se le olvide a esa voz.

Ojalá las paredes no retengan tu ruido de
camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.

Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto,
una luz cegadora, un disparo de nieve.

Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
En todos los segundos, en todas las visiones.
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.

Ojalá pase algo que te borre de pronto,
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre