Mensaje en una blogtella

{ jueves, 27 de septiembre de 2007 }
Nota: Voy a usar el espacio que sigue (que es mío al fin y al cabo!!!) para publicidad. No es una propaganda cualquiera... es como una mezcla de Gente que busca gente con Alternativa Teatral, así que son bienvenidos los ojos que quieran enterarse cómo se llaman los actores que quien escribe admira arriba y abajo del escenario. Productores comunicarse en horarios comerciales. Muchas gracias.

Muchas veces pienso en ustedes, mis amigos actores. Y cuando la melancolía me abraza fuerte, los busco en Google para ver en qué andarán. Si los encuentro en La Nación y la crítica es buena, me enorgullezco silenciosamente al saber que pudieron alcanzar ese éxito que alguna vez se nos antojó tan esquivo. Me enojo cuando la crítica es mala y maldigo al que la escribe (seguro que no tiene el talento para ser actor, ese infeliz), al tiempo que les doy una invisible palmada en el hombro.
Se me escapa alguna lágrima cuando los extraño mucho, que es la mayoría del tiempo, y quisiera volver atrás el reloj hasta esas inolvidables y bohemias épocas en que cada fin de semana era una maratón de ensayos y preparativos para la obra.
Hay tantas cosas que quisiera contarles, tanto que quisiera que me cuenten... y nunca logro responderme con certeza cuando me pregunto si alguna vez volveremos a compartir la ronda del mate. Me pregunto si la añoran ustedes también.
Dejamos de vernos allá por la prehistoria, cuando ninguno tenía celular ni usaba el MSN - apenas si teníamos ICQ - y la modernidad nos incomunicó definitivamente. Buscando la cercanía de los teatros y las bambalinas (que les son tan imprescindibles como el aire) se fueron mudando uno a uno hacia Capital y yo me quedé en el sur. Ya no me los cruzo en el 22 ni en el barrio, pero nunca dejé de buscarlos con la mirada.
Por si les intriga, yo no cambié tanto. Todavía amo el teatro y me emociono cuando escucho las canciones de Drácula y El Jorobado. Escribo bastante en un esfuerzo por exorcizar ese virus artístico del que me contagiaron y que nunca me curé... y a veces hasta sueño con escribir una obra de teatro que puedan interpretar.
Debo confesarles que me está llegando la senectud de a poco, por eso me pongo tan sentimental pero la verdad es que los extraño y los quiero muchísimo. Por eso, decidí poner este mensaje en una botella (o mejor, blogtella) a ver si alguno lo encuentra. Aprovechando el espacio, les digo a quienes lean esto que si los invitan a ver una obra en la que participe el incomparable Fernando Avalle, con la dirección del maestro Juan Pablo Miranda, presentándose el excelente bailarín Leonardo Tito o la talentosísima (y profesora de actuación) Soledad Sauthier, que no lo duden. Pueden ver en Google las obras en las que han participado (La cita de Laura, Vitel Toné, Sweet Charity, Dominó, Calígula, Somos tu aventura, El cadáver de la Nación y Noches de Show entre muchas otras).
Vayan al teatro porque va a valer la pena. Aplaudan hasta que les duelan las manos, llenen el escenario de rosas y - si se cruzan con ellos a la salida - díganles que yo les mando un nostálgico abrazo y que los espero en "Algo por qué vivir" para preparar la próxima función.
Para mayores referencias, que pregunten por "The director of the play".